Somos expert@s en felicidad y el Guarataro un reducto de pura poesía.
El homenaje a Aquiles Nazoa este pasado sábado 30 de abril se convirtió en praxis poética cuando Anuncia nos guió al muro de la callecita ciega y José Luis y su compañera (perdónenme que se me fue el nombre) nos recibieron con abrazos, escaleras, escoba, sonido y todo pa´ la fiesta del poeta.
Pirulo empezó a ensayar sus boleros como siempre, mientras Sandino picaba el esténcil que Andrea y yo dejamos a la mitad.
Centauro transformado en niño jugaba a jodernos a todos con el pintadedos y Alí recostado pensaba en quién sabe qué, al lado de la negra, que sombrero en mano estaba distraída con las nubes.
José Leonardo se movía de un lado para otro y Amaranta sonreída conversaba con la flaca y así poco a poco iba llegando la gente. 
Cerveza, papelón con limón, brazos azules, cachetes verdes… ¡dimos el primer "brochazo"! Y ¡Tremendo mural! "Creo en el arte... Creo en la poesía...CREDO" y los niños empezaban a llegar encabezados por el catire que no paraba de llamar a Sandino y de asustar a su madre con mancharse todo. Dirigente de colores como Nicolasito le puso magia a los dedos.
Apareció más y más gente, por aquí Jairo, mirada dulcificada cámara en mano, por allá Montenegro, no faltaron risas, manchones y sudor. 
Luego se vino el canto, fulanos creadores, militantes todos. Reyes de la tiza y el griterío. Oímos el Credo, y el patatín y el patatán, a la ratoncita presumida de una Marijó contenta. ¡Y la improvisada poesía de una doña que hasta nos regaño!.
Así se dibujo la tarde bonita, medio lluviosa, mientras la pared se llenaba de vida nueva y resonaban voces de alegría calle abajo "que no muera el combate, la esperanza ni el amor"
Aquiles tu no estás muerto,
Alí tu no estás muerto,
La poesía vive y se respira más que nunca
en estos pechos hinchados de lucha
