lunes, 28 de junio de 2010

ACTIVACIÓN DEL CENTRO CULTURAL CANTACLARO. POR Y PARA LA COMUNIDAD.



En la antigua sede del IUDET funciona ahora la UNEARTE: un logro más de la revolución; y más allá de lo propagandístico un logro del pueblo organizado este nuevo centro cultural CANTACLARO, donde fuimos recibid@s por un par de murales donde se veían Marx y Lenin…“Das Kapital” y nosotros ahí con unos cuantos poemas encima y una gripe a medio curar.
La cosa empezó cuando vi a Gabriela, la compa que nos invitó a recitar confiando a ciegas en nosotros, vestida de azul y con una curiosa falda. El grupo teatral Arcoiris iniciaría la función con la presentación de Estación Limpieza; pero después de una reorganización de la agenda de la tarde, abrieron los cirqueros para goce de los niños que asombrados reían y se asustaban a cada salto mortal. Uno de nosotros fue invitado a ser parte del número y debo decir, lo hizo MUY BIEN!! Un aplauso para él…



ahí, todos juntos, fuimos niños otra vez. Confieso haber suspirado hondo cada vez que la joven payasa caía en los hombros de su compañero, y haber aplaudido como loca cuando terminaron sanos y salvos para tristeza de los pequeños. De reojo veía a Pirulo y Caneo -conmovidos en sus poetas corazones (para ser algo cursi)- reír a diente partido con cada salto, y cuando empezó la obra de teatro las risas se multiplicaron, los rostros se iluminaron.
Todos niñ@s, tod@s poetas… pura poesía vibrando en el teatro CANTACLARO con las tres mujeres de invariables personalidades demostrándonos a través de la risa que el mundo tiene esperanzas en es@s niñ@s que ahí estaban, viendo con los ojos bien abiertos que el mundo puede ser diferente, que “no botes ahí la basura, noooo”, que apagar la televisión y dejar de consumir es una salida, que así se construye socialismo, que el teatro es un universo para transformar universos, para crear universos… y nosotros temiendo que nuestros poemas fueran muy “extraños” para cerrar esta hermosa actividad, pero que más da, así es la poesía.Termino la noche con una cantora, una mujer hermosa vestida de negro que tejía telarañas negras y nos decía “recuerda tu origen”, y un montón de poemas tímidos que corrieron desnudos por la sala ante las miradas extrañadas de los pequeños, y los adultos sonrientes, que esa noche eran también un poco niños. Así vamos construyendo, de a pocos, de a muchos, otra realidad para nuestro mundo.